sábado, 4 de junio de 2011

Mansiones verdes


Única cinta en la que Mel Ferrer dirige a su esposa Audrey Hepburn. El rodaje abarca desde el 15 de julio hasta el 6 de noviembre de 1958, siendo su estreno el 19 de marzo de 1959 en el Radio City Music Hall de Nueva York. Fue un fracaso de crítica y público.Se basa en la novela del mismo título de W.H. Hudson, publicada en 1904. Narra la historia de Abel, un refugiado político que conoce en la selva sudamericana a una misteriosa adolescente llamada Rima, criada desde niña en la selva y amante del mundo natural y los animales.El guión es de Dorothy Kingsley, autora de varios guiones musicales de la Metro.Las tomas de fondo se realizaron en Venezuela y la Guayana Británica pero las tomas con los actores se hicieron en un estudio de la Metro en Culver City, California.Todos los planos rodados en exteriores son lejanos, realizados por extras y en los que aparecen los protagonistas se vislumbra claramente que son una recreación de estudio.Lo que a priori podría pensarse como una excelente oportunidad para ver una, como mínimo, entretenida película de aventuras en la selva exótica, va derrumbándose poco a poco con el paso de los minutos. El mayor activo del film, Audrey Hepburn, no aparece hasta bien empezado y aunque su presencia es lo más destacado, no consigue levantar el lánguido film. Para empezar porque el guión es incongruente (la prueba de Anthony Perkins con los indios, la serpiente, la sobada excusa del oro,...).La música no concuerda, es altisonante y a veces, desbordante en exceso.Pero, con todo, lo peor es la falta de química entre Anthony Perkins y la protagonista de “Vacaciones en Roma”. Queda claro que el protagonista de “Psicosis” no funciona aquí como galán. Muestra una considerable falta de “dote romántica” con la guapísima Audrey. Se echa en falta algún pequeño toque de humor, que suele adornar algunas películas de aventuras.El vestuario de Tony Perkins no se arruga en todo el film y el inadecuado vestido selvático de Audey tampoco (ni se ensucia nunca). Mel Ferrer no imprime ningún ritmo al film, que carece de emoción prácticamente desde el comienzo al final y la tensión dramática brilla por su ausencia. No funciona como film de aventuras ni como historia de amor.Algo positivo: la fotografía en magnífica Panavision, la primera película de Hollywood en utilizar este sistema.


Es cierto que se trata, por lo tanto, de una película menor si la comparamos con la extensa filmografía llena de tantos éxitos en la carrera de la bella actriz, sin embargo siempre es un deleite ver a Audrey tan joven y bella como siempre será recordada, amada por la luces y la cámara Audrey siempre enamora en cada uno de sus películas.

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